En 1995, la Diosa de la Libertad dio una enseñanza profunda y a la vez simple para expandir la llama trina después de haberla equilibrado. Dijo que no hay límites a su expansión si no es porque uno limita su devoción al poder, la sabiduría y el amor de Dios, o limita su amor a la Madre Divina

Los maestros ascendidos han ofrecido abundantes directrices para el sendero de equilibrar la llama del corazón, expandiéndola gradualmente y utilizando su impresionarte luz a fin de dar servicio a una mayor comunidad mundial. Enseñan que, una vez que está en equilibrio, la llama trina poco a poco irá aumentando en incrementos de un milímetro y medio a tres milímetros y así, sucesivamente, hasta llegar a dos centímetros y medio. Afirman que hay un poder tan formidable en una llama trina de dos centímetros y medio de altura, que puede realizar enormes cambios en nuestro barrio, región y nación

Según los maestros ascendidos, también hace falta tener una llama trina expandida para superar las iniciaciones personales que se requieren en la unión con el Santo Ser Crístico. Cada uno de nosotros cuenta con la oportunidad de convertirse en un Cristo viviente y un servidor del mundo, como fueron Jesús, el Buda Gautama y otros grandes maestros. Un progreso avanzado en el sendero espiritual nos conduce a niveles de conciencia en los que el servicio, el sacrificio, la abnegación y la renuencia que estos avatares encarnan se produce naturalmente.

El Señor Santo ha hablado de la evolución natural de un alma que lleva al deseo de expandir la llama trina, expresándolo en estos términos.

Llega un momento en que el Espíritu Santo se aproxima a ti, pues has pedido a gritos ese Espíritu […]. Conoces el dolor del mundo y el Espíritu Santo y tu propio corazón; y no te satisface que la llama trina que hay en la cámara de tu corazón no tenga más de un milímetro y medio de altura. Quisieras que midiera seis, doce milímetros, o incluso ¡dos centímetros y medio!*